jueves, 15 de agosto de 2013

¿Algún culpable?

Sin la necesidad de un espejo me vi triste
y me encontré con lágrimas que se empeñaban
en rodar por mi cara, pero no... Esas lágrimas no llevan su nombre
En realidad no se cuán hondo caló en mi, pero si sé que me hizo ver
una realidad que en mi terquedad ignoraba,
y ese es el motivo de mis lágrimas

Y es que de qué puedo culparlo sino 
es de preocupación y determinación en sus sueños,
aunque estos caigan y me partan en dos como un rayo, y
con respecto a mi, si tengo una lista más grande,
entre las que se encuentran la gran imaginación, impaciencia y la vanidad...
Pero si realmente se me diera a escoger un culpable en todo esto,
egoístamente señalaría a la realidad 
y su violenta manera de hacerme ver las consecuencias
de mis decisiones y anhelos

Pero siendo honesta conmigo misma,
ya que es lo último que me queda,
utilizaría más que mi índice para apuntar hacia mi persona,
porque a pesar de todo sigo sin querer aprender
a darle el lugar a mi cabeza cuando el corazón pretende 
esa especie de revolución, 
y en el fondo dudo que algún día lo logre 
ya que como todos, necesito de vez en cuando
esas revoluciones.



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